LA INMORTALIDAD ¿REALIDAD O FICCIÓN?


 La Inmortalidad ¿Realidad o Ficción?



Autores:      Rafael Abad Anguiano
                   

• Introducción


Una vez Einstein dijo que si una teoría no se le puede explicar a un niño, probablemente la teoría no valía la pena. Con esto, yo al igual que el expositor de esta cita Michio Kaku, creo que se refería a que las grandes teorías no sólo son una masa de ecuaciones, sino que están basadas en simples principios físicos e imágenes que incluso un niño puede entender. Por eso su teoría está llena de imágenes, como cohetes, trenes, ascensores, incluso carruseles, que los niños pueden asimilar.
Por ello para entender este tema nos tenemos que hacer una serie de preguntas elementales.


¿Por qué buscamos la inmortalidad?





A pesar de ser una pregunta elemental   , la respuesta a esta sigue teniendo difusa su respuesta, pero después de mucho indagar podemos llegar a la conclusión de que se trata de un razón  psicológica por la cual el humano no es configurado para hacer frente a ese concepto de dejar de existir y menos si no hemos completado aquello  considerado como nuestro objetivo personal.

¿Existen en la actualidad individuos inmortales?


Aunque  parezca una pregunta de poco valor, es algo que no nos solemos preguntar, es cierto que nos preguntamos cómo obtener este estado   eterno, pero no si existe vida en el universo que ya  lo posea.

Pero, ¿sabemos que se define hoy en día como inmortal?; pues bien el término se entiende como todo aquel organismo que en condiciones adecuadas de alimentación y medio ambiente nunca muere.

Y siguiendo esta descripción, ¿existe  realmente algún organismo así?

Pues sí, y de hecho no es uno sino varios:




Esta por ejemplo es la imagen de un gusano que según los investigadores  de la Universidad de Nottingham.
Generalmente cada vez que una célula se divide el telómero se acorta. Cuando son demasiado cortos la célula pierde su capacidad de renovarse y dividirse.

En un animal inmortal, por lo tanto, cabría esperar células que sean capaces de mantener la longitud del telómero indefinidamente para que puedan continuar dividiéndose.

El Dr. Aboobaker predijo que los gusanos planos mantienen activamente los extremos de los cromosomas, lo que lleva a la  inmortalidad teórica.
Este dato contribuye significativamente a nuestra comprensión fundamental de algunos de los procesos involucrados en el envejecimiento, y construye una base sólida para mejorar la salud y la longevidad potencial en otros organismos, incluyendo los seres humanos; por ello supone un gran avance científico.

Además de este existen otros como por ejemplo el de la Turritopsis nutricula que se trata de una especie de hidrozoo hidroideo de la familia Oceanidae con un ciclo de vida en el que se revierte a pólipo después de llegar a su maduración sexual. Teóricamente, este ciclo puede repetirse indefinidamente, presentándose como biológicamente inmortal.

De esta forma podemos ver que existen al fin y al cabo organismos de longevidad teóricamente infinita, pero que generalmente se atribuye a organismos simples y menos evolucionados.

¿Qué objetivos hemos de superar para alcanzar la inmortalidad?

 

Según  Grey hay que superar una serie de barreras que el definió como “daños” y que son:

 

1. Mutaciones nucleares causantes del cáncer: Estos son cambios en el ADN nuclear (nADN), la molécula que contiene nuestra información genética, o en las proteínas que se atan al nADN. Ciertas mutaciones pueden provocar el cáncer, y, según de Grey, las mutaciones no cancerígenas no contribuyen al envejecimiento, así que el cáncer es el único resultado de este tipo de daño que necesita ser tratado.

2. Mutaciones mitocondriales: Las mitocondrias son componentes de nuestras células que son importantes para la producción de energía. Contienen su propio material genético, y las mutaciones de su ADN pueden afectar la habilidad de la célula para funcionar correctamente. Indirectamente, estas mutaciones pueden acelerar muchos aspectos del envejecimiento.

3. Desperdicio intracelular: Nuestras células están constantemente procesando proteínas y otras moléculas que ya no son útiles o que pueden ser dañinas. Aquellas moléculas que no pueden ser digeridas simplemente se acumulan como desperdicios dentro de nuestras células algo que se investiga actualmente y que se piensa que es negativo en el desarrollo evolutivo.


4. Desperdicio extracelular: Desperdicios de proteínas dañinas que se acumulan fuera de las células.

5.Senescencia celular: Este es el tratado anteriormente por el cual se iban reduciendo los telómeros de las células poco a poco hasta no poder dividirse.

6.Interconexiones extracelulares: Las células se mantienen unidas mediantes proteínas conectoras especiales. Cuando se forman demasiadas interconexiones entre las células de un tejido, el tejido puede perder su elasticidad y causar problemas.



¿Y cuáles de estos objetivos hemos conseguido?

Finalmente hemos conseguido el objetivo más importante de todos que es el hecho de reconocer cuales son las barreras que actualmente nos impiden llegar a la inmortalidad , y es que como bien se sabe,  para rectificar primero hay que reconocer los defectos e impedimentos y después se avanza.


Aunque siempre encontramos pequeños avances en el mundo de la ciencia como el trabajo liderado por Colell que identifica el enzima GAPDH (siglas de glicolítico gliceraldehido-3-fosfato deshidrogenasa), como un potente inhibidor de la apoptosis cuando las caspasas no están activadas. GAPDH es un enzima glicolítico, que aporta y mantiene unos niveles altos de energía a la célula. Esto, el hecho de que mantenga la energía necesaria, es uno de los factores que podría permitir una regeneración de las mitocondrias tras la permeabilización de su membrana, según explican los investigadores

El presente estudio muestra cómo las células que sobreexpresan GAPDH, tras la inducción de muerte en ausencia de activación de caspasas, presentan un mayor número de vacuolas autofágicas que se acompaña con una reducción de la masa mitocondrial. La hipótesis de los investigadores es que el incremento de autofagia, a través de la eliminación de las mitocondrias dañadas, junto con el mantenimiento de unos niveles elevados de energía en la célula, cooperarían en el efecto protector de GAPDH frente a la muerte celular.

Conclusión.

Los avances en la tecnología y en la ciencias biomédicas que se producen durante este siglo son claros eminentes de que el futuro está aquí.

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